Existen diferentes tipos de discapacidad que afectan de manera diferente a cada una de las personas que la sufren. Aunque los síntomas sean parecidos, no es lo mismo en todas las personas.
Por ello os vamos a contar los diferentes tipos de discapacidad que existen y como afectan de manera general a cada una de las personas, porque luego cada caso es diferente. Existen discapacidades que muchas veces son imperceptibles a no ser que se esté buscando alguna cosa en concreto.
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Este tipo de discapacidad implica que la movilidad de uno o más miembros del cuerpo de la persona afectada, se vea reducida, dificultando esto la realización de actividades motoras de forma convencional.
Las principales consecuencias que puede generar la discapacidad motriz son varias, entre ellas, movimientos incontrolados, dificultades de coordinación, fuerza reducida, alcance ilimitado, habla no inteligible, dificultad con la motricidad fina y/o gruesa.
Entre las distintas causas que desarrollan la discapacidad motriz, podemos destacar los infecciosos (poliomielitis), los virales (Síndrome de Guillain Barré), los reumáticos (Accidente Cerebro Vasculares y artritis reumatoide), los neurológicos (malformación arteriovenosa en médula o cerebro, parálisis cerebral, esclerosis múltiple, traumatismo cráneo encefálico y espina bífida), los musculares (distrofias) y los que tienen una cierta relación con los traumatismos (amputaciones, lesiones medulares y traumatismo cráneo encefálico).
Según déficit de movimiento:
Según la cantidad de miembros afectados:
Este tipo de discapacidad la gran dificultad que presenta a una persona que la sufre es lograr ser independiente, ya que la propia enfermedad les impide y complican su desplazamiento y movimiento. Una persona que sufre discapacidad motriz, dependiendo del grado de la misma, le va a dificultar llevar a cabo una vida normal y va a tener que depender de otra persona prácticamente de por vida.
Este tipo de discapacidad es una pérdida total o parcial en la percepción que se clasifica por el grado de pérdida de la audición en cada oído.
Las personas que tienen esta discapacidad se diferencian entre:
La discapacidad auditiva es imperceptible, no tiene características físicas evidentes. Sabemos que una persona es sorda, bien porque lleva un audífono o bien porque se comunican a través de la lengua de signos.
Este tipo de discapacidad tiene unas determinadas características por las que se le conocen:
En función del origen de la discapacidad, la podemos clasificar de la siguiente manera:
La edad en la que empiezan aparecer los síntomas de la discapacidad auditiva es un factor relevante, por ello se hace una diferencia comprendida desde el nacimiento hasta más o menos los tres años y después de los tres años.
Aquellas personas que adquieren esta discapacidad pasados los tres años en muchos casos pueden recordar la lengua oral, es decir, que aunque ya no puedan escuchar, al conocer la lengua oral podrán ayudarse de lo que recuerdan para comunicarse.
Este tipo de discapacidad no siempre viene de la mano con otra discapacidad, por lo que aquello que se dice de que las personas sordas son menos inteligentes es falso. Una persona sorda puede tener una capacidad intelectual igual que un hablante, la única diferencia es que le costará más comunicarse, pero a nivel de conocimientos no tiene por qué ser diferente.
La lengua de signos se relaciona totalmente con las características del lenguaje oral, tiene una gramática visual muy rica y propia. Se puede decir que es una lengua de cultura y en ello depende su evolución y desarrollo de la comunidad de personas que la hablan, las personas sordas, sordo ciegas y sus familiares.
Cada país o región tiene su propia lengua de signos. No existen varias lenguas de signos, sino que su evolución depende de las personas que la practican y como la practican. En España, la lengua de signos ha pasado de una situación de andar por casa más restringida a la situación que existe actualmente en la que su uso prácticamente se puede ver en todos los ámbitos y contextos sociales.
En función de la pérdida de la visión, existen dos tipos de personas que sufren este tipo de discapacidad.
Por un lado están las personas que son ciegas, es decir, que no obtienen información por el canal visual, y por otro lado, están las personas que sufren disminución visual, estas sí que perciben información visual del entorno pero no de forma clara o nítida.
Dentro de las personas que sufren disminución visual existen diferentes tipos de manifestaciones las cuales se clasifican en función de la limitación que tiene cada persona, bien por agudeza visual o por campo visual.
Cuando hablamos de disminución de la vista por campo visual estamos haciendo referencia al espacio visible con la mirada fija en un determinado punto, y en cambio, cuando hablamos de disminución por agudeza visual nos referimos a la capacidad que tiene el ojo de percibir los objetos.
Dentro de las personas que tienen disminución visual están aquellas que sufren ceguera, es decir, se pierde por completo el sentido de la vista y las personas que sufren disminución visual, es decir, una pérdida parcial del sentido de la vista.
Las causas por las que aparece este tipo de discapacidad son similares a la discapacidad auditiva:
Al igual que con las personas sordas, hay que hacer una pequeña divergencia entre las personas que ya han nacido ciegas y las que no. Con esto nos queremos referir a que una persona que ha nacido con esta limitación de manera hereditaria no puede asociar nada, ni colores, ni formas, en cambio, si una persona sufre una disminución visual por causas externas, ya sea un accidente, la vejez o por una enfermedad, ya conoce la vida previamente, es decir, es capaz de asociar olores con formas, colores con percepciones, etc. Esto les proporciona una manera más fácil de comunicarse y método de aprendizaje más fácil que el de una persona que no ha visto nunca de qué color son las cosas.
Las personas que sufren este tipo de discapacidad pueden conocer la lectoescritura a través de este sistema, el Braille, el cual se basa en puntos en relieve que se leen a través del tacto.
Esta manera de comunicarse normalmente consta de celdas de seis puntos en relieve, las cuales están organizadas como una matriz de tres filas y dos columnas, que habitualmente se numeran de izquierda a derecha y de arriba abajo.
Estos se puede decir que son los tres grupos en los que podemos clasificar la discapacidad. Dentro de cada uno de ellos existen distintos grados, desde lo más leves y prácticamente imperceptibles a los más agudos que pueden desencadenar una dependencia de por vida.
En PerfexyaCEE lo que hacemos es integrar a personas con discapacidad a trabajar en nuestra empresa. Nosotros le damos la oportunidad de formarse como profesionales y poder tener un oficio. Para nuestra empresa lo más importante es la integración, por ello contamos con personas discapacitadas en nuestros equipos, para que se incorporen al mundo laboral y puedan aprender cosas nuevas y sus limitaciones no se conviertan en problemas.